Bakú, 2 de agosto, AZERTAC

Según la Organización Mundial de la Salud, cada día mueren 27 mil personas de cáncer en el mundo. Las razones de la elevada tasa de mortalidad suelen ser los diagnósticos tardíos de los tumores. No hay una respuesta única a la pregunta de por qué empieza el cáncer. Sin embargo, el estilo de vida en general y la dieta en particular pueden afectar tanto a la esperanza de vida como a la aparición de un tumor maligno, dicen los expertos.
AZERTAC citando a MedikForum, informa de que la lista de alimentos anticáncer incluye: verduras de la familia de las crucíferas, frutos secos y semillas, y legumbres.
La mayoría de las verduras crucíferas, como el brócoli, la col blanca, las coles de Bruselas y la coliflor, son ricas en nutrientes y pueden consumirse cocidas o crudas. Contienen minerales, vitaminas, antioxidantes y fitoquímicos de sulforafano que pueden prevenir el cáncer y la inflamación en el cuerpo.
Además, estas verduras reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y refuerzan el sistema inmunitario.
Los frutos secos son un componente esencial de la dieta mediterránea, conocida por sus propiedades anticancerígenas. La adición de frutos secos y semillas aportará al organismo nutrientes esenciales como proteínas, grasas saludables, vitaminas, fitoesteroles, minerales y propiedades antioxidantes esenciales para la longevidad. Según los expertos, tienen un bajo índice glucémico, ayudan a controlar el peso, regulan la ingesta de calorías reduciendo el hambre y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y algunos cánceres.
Los frutos secos, ricos en grasas insaturadas, pueden mantener a raya los niveles de colesterol en sangre. Se recomienda consumir entre 28 y 30 gramos de frutos secos al día, lo que equivale a un puñado aproximadamente.
El consumo regular de legumbres aumenta los niveles de almidón y fibra. Esto puede ayudar a reducir la sensación de hambre, estabilizar los niveles de azúcar en sangre, regular los niveles de colesterol, reducir el riesgo de crecimiento de células cancerígenas y mejorar la salud intestinal, destacan los profesionales de la salud.
Según un estudio publicado en Nutrients, las judías ayudan a reducir la peligrosa grasa visceral del vientre.
De las bebidas, hay que elegir el agua y el té verde.
El estudio descubrió que los que bebían más de cinco tazas de té verde al día tenían un riesgo 26% menor de morir por ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares que los que rechazaban esta bebida.
Otro estudio demuestra que los que beben té verde al menos tres veces por semana viven una media de 15 meses más que los que no lo hacen.