Bakú, 2 de mayo, AZERTAC

La Comunidad de Azerbaiyán Occidental ha expresado su actitud ante el recientemente publicado informe anual de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo.

Según AZERTAC la declaración de la comunidad en este sentido reza: "La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional ha publicado recientemente el próximo informe anual sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo.

La parte del informe sobre Azerbaiyán es completamente tendenciosa y carente de fundamento. El hecho de que se base en las obras de tres autores armenios, nacionalistas radicales (L. Khachaturian, A. Ghulyan, S. Bokcherian), financiados por organizaciones extremistas como Armenian General Benevolent Union y la Fundación Aragats, como principal fuente de declaraciones sobre Azerbaiyán demuestra la parcialidad de este informe. Además, la inclusión de Daniel Ashbakhyan, empleado de la Asamblea Armenia de América, entre los principales autores del informe no deja lugar a dudas sobre el verdadero propósito de este pedazo de papel.
Los autores del informe no se limitaron a calumniar a Azerbaiyán, sino que pidieron al Departamento de Estado de EEUU que incluyera a Azerbaiyán en alguna categoría ficticia.

La prueba más llamativa de la injusticia de esta comisión creada por el Congreso estadounidense es que la comisión no supervisa en absoluto la situación en Armenia y no publica informes sobre este país. Resulta que Armenia ha gestionado "con éxito" la causa de la libertad religiosa expulsando completamente de allí a los azerbaiyanos por motivos de odio étnico y religioso y destruyendo unas 300 mezquitas y todo el resto del patrimonio religioso y cultural perteneciente a los azerbaiyanos registrados en este país en su momento. De todo ello se desprende claramente que las actividades de la Comisión son de naturaleza islamófoba y promueven la injusticia contra los musulmanes.

La Comunidad de Azerbaiyán Occidental rechaza este informe y pide al Departamento de Estado y al Congreso de EEUU que se abstengan de sus intenciones de presionar a Azerbaiyán por medios inútiles. La comunidad exige que el gobierno de Estados Unidos aborde el verdadero problema de la libertad religiosa: el patrimonio religioso azerbaiyano destruido en Armenia, que haga los esfuerzos adecuados para garantizar el regreso de los azerbaiyanos expulsados de Armenia a sus hogares en condiciones de seguridad y dignidad, y que proteja sus derechos y libertades, incluida la libertad religiosa, a su regreso."