Bakú, 11 de enero, AZERTAC

Científicos uzbekos, basándose en vectores genéticos y en la planta del tomate, han creado una vacuna de nueva generación contra la infección por el coronavirus COVID-19, que puede consumirse directamente de la planta del tomate.

Los científicos insertaron un fragmento de gen que codifica la proteína antigénica S1 del coronavirus en vectores especiales y lo incrustaron en el genoma de células de tomate, informa AZERTAC citando a medios de comunicación uzbekos. A partir de estas células se obtuvo una planta de tomate que producía regularmente la proteína antigénica S1. Se demostró que los frutos de tomate obtenidos de estas plantas sintetizaban proteína antigénica S1 estable en una cantidad de 0,77 µg/g y fueron seleccionados como vacuna TOMAVAC.

Las pruebas realizadas con la vacuna TOMAVAC generada demostraron que los ratones y los voluntarios humanos producían altos niveles de anticuerpos neutralizantes (IgA) en suero e (IgG) en el intestino.

No se observaron efectos secundarios adversos en los voluntarios ni en los ratones de experimentación.

Este estudio demostró que TOMAVAC es una vacuna segura que proporciona protección bifásica (mucosa intestinal y sangre) y se ha presentado a la comunidad científica como la primera vacuna contra COVID-19 destinada a uso directo.

El estudio sobre la vacuna se publicó en la prestigiosa revista extranjera Frontiers in Nutritional Immunology (FI=5,0) y se anunciaron los resultados de los ensayos de inmunogenicidad y bioseguridad de fase I realizados en ratones y voluntarios humanos.