Aghdam, 30 de noviembre, AZERTAC

El otoño, con sus colores y su belleza, trae paz y calma el alma humana. Aunque el otoño dorado trae armonía al alma, en Aghdam, que fue destruida por los ocupantes armenios, se siente a la vez tristeza y alegría. Los árboles de sicomoro “khan” de color amarillo dorado, las granadas y otros arbustos que lograron sobrevivir entre las ruinas dan a la mezquita de Juma y a los edificios recién construidos un encanto especial.
A medida que se avanza desde la ciudad de Aghdam hacia las montañas, es inevitable admirar la paleta de colores creada alrededor de Gargarchay, la montaña de Shahbulag y el embalse de Khachinchay por la propia naturaleza: flores moteadas de escaramujos, zarzamoras, granadas y otros colores otoñales. El barrio de la fortaleza de Shahbulag, situado en el corazón de una naturaleza encantadora, se distingue por su belleza única. Las vistas que se abren aquí recuerdan un paisaje pintado de colores dorados. Un pequeño lago con agua de manantial transparente como una lágrima añade belleza a la zona. Los colores amarillo y rojo de los árboles se reflejan en el lago y deleitan la vista.
Presentamos fotos del distrito de Aghdam, tomadas por Tahir Aghamammadov, corresponsal regional de AZERTAC.