Bakú, 15 de noviembre, AZERTAC
Cuando el presidente chino, Xi Jinping, y el presidente estadounidense, Joe Biden, se reúnan por primera vez en un año en San Francisco a finales de esta semana, tendrán que abordar una compleja y urgente serie de asuntos bilaterales y mundiales, desde las tensas relaciones bilaterales hasta los crecientes desafíos globales, según Global Times. Sin embargo, un tema acaparará gran atención en todo el mundo: cómo las dos mayores economías del mundo planean estabilizar sus lazos económicos y ayudar a sacar a la economía global de su actual situación.
Desde que ambos presidentes se reunieron por última vez en Bali, Indonesia, en noviembre de 2022, tanto los lazos económicos bilaterales como la economía mundial se han enfrentado a crecientes riesgos y desafíos. Estados Unidos, a pesar de sus repetidas promesas de no querer desvincularse de China ni contenerla, ha seguido tomando medidas enérgicas contra las empresas y los productos chinos bajo el pretexto de la seguridad nacional. Mientras tanto, la economía mundial sigue luchando por sacudirse el impacto adverso de la pandemia COVID-19 en medio de una elevada inflación, políticas monetarias agresivas en países como EE.UU. y conflictos geopolíticos.
En medio de riesgos y desafíos tan profundos, la reunión entre los líderes chino y estadounidense, culminación de una oleada de interacciones oficiales en los últimos meses y señal crucial de los esfuerzos conjuntos para gestionar las diferencias y estabilizar los lazos, ofrecerá una sensación de estabilidad muy necesaria para la economía mundial, afirmaron el lunes analistas chinos.
Además, en la 30ª Reunión de Líderes Económicos de APEC, una plataforma clave para la cooperación económica en Asia-Pacífico, China reiterará su visión y sus esfuerzos para construir economías regionales y globales abiertas e inclusivas y rechazar la disociación y el proteccionismo, lo que ayudará aún más a impulsar la confianza en la región y en el mundo, señalaron los analistas.
Después de que China y EE.UU. anunciaran el viernes que ambos presidentes se reunirán en San Francisco, las expectativas mundiales de un diálogo constructivo han ido en aumento, aunque algunos analistas se mantuvieron cautelosamente optimistas sobre posibles avances.
Tales expectativas son justificables teniendo en cuenta la letanía de problemas a los que se enfrenta la economía mundial y el papel crucial que desempeñan China y Estados Unidos. Citando factores negativos como las consecuencias a largo plazo de la pandemia, la crisis de Ucrania y la creciente fragmentación geoeconómica, el FMI señaló en octubre que se prevé que el crecimiento mundial se ralentice del 3,5% en 2022 al 3,0% en 2023 y al 2,9% en 2024, por debajo de la media del 3,8% entre 2000 y 2019. Mientras tanto, el FMI afirmó que China y EE.UU. aportarán más del 30 por ciento del crecimiento mundial en los próximos cinco años.
Citando los resultados positivos de las recientes interacciones entre altos funcionarios chinos y estadounidenses, Liu comentó que podría haber "ciertos consensos" alcanzados en la reunión de líderes en las áreas económica y financiera.
En vísperas de la próxima reunión de líderes, funcionarios chinos y estadounidenses han celebrado varias rondas de reuniones. En la última de ellas, el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, se reunieron en San Francisco la semana pasada y mantuvieron lo que ambas partes describen como conversaciones sinceras y productivas, dirigidas, entre otras cosas, a preparar los resultados económicos de la reunión de líderes.
Las dos partes acordaron seguir reforzando la comunicación y subrayaron que China y EE.UU. no buscan la disociación económica, según el Ministerio de Finanzas chino. Las dos partes también acordaron abordar conjuntamente los retos compartidos, incluida la estabilidad económica y financiera y las cuestiones regulatorias. También acordaron cooperar en asuntos como el cambio climático, los problemas de deuda de las economías de renta baja y de los mercados emergentes y la reforma de los marcos financieros multilaterales.
Estos consensos auguran un resultado constructivo de la reunión de los líderes, en la que probablemente insistirán en la necesidad de estabilizar los lazos económicos bilaterales y reforzar la cooperación en los desafíos globales, según los analistas.
Sin embargo, persisten importantes diferencias, ya que Estados Unidos sigue insistiendo en la "competencia" con China, repite antiguos agravios y promete proteger su "seguridad nacional", eufemismo para referirse a sus medidas represivas contra China, por nombrar sólo algunas.
En respuesta a esta retórica de los funcionarios estadounidenses, Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, declaró el lunes que la contienda entre los grandes países va en contra de la tendencia de los tiempos y no resolverá los problemas propios de Estados Unidos ni los desafíos globales.
Más allá de la reunión bilateral con Biden, el presidente chino también pronunciará un importante discurso en la reunión para explicar en detalle las principales propuestas de China sobre la profundización de la cooperación Asia-Pacífico y el impulso del crecimiento regional y mundial, según el Ministerio de Asuntos Exteriores chino.
La APEC, con 21 economías miembros que representan casi el 40% de la población mundial y cerca del 50% del comercio mundial, se ha convertido en una plataforma crucial para la cooperación económica en Asia-Pacífico. Aunque se espera que la región APEC registre un crecimiento del 3,3 por ciento este año, frente al 2,6 por ciento de 2022, "el legado de la pandemia, la inflación, el aumento de la deuda, el cambio climático, el proteccionismo comercial, las tensiones geopolíticas y la fragmentación económica siguen ensombreciendo las perspectivas", señaló el domingo la Unidad de Apoyo a las Políticas de APEC en un informe.
En este contexto, es probable que China reitere en la reunión de la APEC su firme apoyo a la apertura, la inclusión y la cooperación beneficiosa para todas las partes, tanto en la región Asia-Pacífico como en el resto del mundo, y rechace firmemente el proteccionismo comercial, según Liu. "De hecho, China ha impulsado activamente la cooperación regional a través de acuerdos como la Asociación Económica Integral Regional", afirmó.
Mei también afirmó que el enfoque estadounidense de sanciones unilaterales y proteccionismo sólo perjudicará aún más a otros países y a sí mismo. "En Asia-Pacífico, tanto China como EE.UU. deberían desempeñar su propio papel y aprovechar sus ventajas para promover el libre comercio. Sancionar implacablemente a otros y construir vallas y patios sólo causará daños", afirmó.