Gakh, 3 de noviembre, AZERTAC

Según fuentes históricas, por este asentamiento pasó el emir Timur en su camino hacia el norte. Nadir Shah, tras conquistar Daguestán, se instaló aquí con su ejército. Es por eso que a veces Saribash se conoce como un pueblo que en su historia ha visto a dos destacados gobernantes.

El periodista de AZERTAC visitó la aldea de Saribash, situada en una de las laderas de la cordillera del Gran Cáucaso, en el distrito de Gakh, y habló con los residentes locales. A continuación, presentamos un informe de la aldea.

Aunque la carretera del centro de Gakh a Ilisu es bastante cómoda, las empinadas serpentinas de la carretera de ocho kilómetros que va de Ilisu al pueblo de Saribash, con subidas y bajadas alternas, sólo pueden superarse con un UAZ. Este pueblo histórico es uno de los tres asentamientos más remotos de Azerbaiyán. En un futuro próximo está previsto construir una carretera hasta este antiguo asentamiento y crear infraestructuras turísticas.

Nuestro conductor, Khalil Mammadov, es de Ilisu y lleva a lugareños y turistas en su UAZ. Según él, es imposible pasar sin un UAZ aquí. Debido a las nevadas en las montañas, el nivel del agua del río Kyurmuk ha descendido considerablemente. Pero incluso ahora, al cruzar el río, el agua llena el interior de nuestro coche. Nuestro conductor señala que el pintoresco paisaje de Saribash, el aire puro del pueblo de alta montaña y los manantiales fríos merecen la pena superar este espinoso camino.

El pueblo está situado a orillas del río Kyurmuk, al pie de la montaña. El pueblo de Saribash solía tener más de 1000 habitantes. Aquí había suministro eléctrico ininterrumpido. La primera central hidroeléctrica de Azerbaiyán se instaló en este pueblo. Saribash cuenta con un edificio escolar para 360 alumnos, una central telefónica, un hospital con 25 camas, una biblioteca y una casa de cultura construida en 1954.

Sin embargo, en 1964, debido a la decisión de reasentar los pueblos de montaña, la población local se vio obligada a trasladarse al pueblo de llanura de Jalair. Algunos residentes se negaron a abandonar su tierra natal y, a pesar de las dificultades, suelen traer invitados.

En el pueblo de Saribash, rodeado de montañas, cada desfiladero, paso de montaña y meseta tiene nombres como: "Ala goz", "Gaya alti", "Dash uchan", "Hunni", "Garshi dag", "Gunahay" y otros lugares tienen una historia colorida y original.

Hablamos con los aldeanos Fakhri Babayev y Rasmiya Babayeva. Fakhri se dedica a la ganadería y tiene una granja. Tiene un gran aprecio por este lugar, donde nació y creció. Después de ir a Gakh un par de días, Fakhri echa de menos su tierra natal y se apresura a volver. Rasmiya sueña con que la carretera que lleva a su pueblo mejore y la vida en Saribash vuelva a ser alegre. Nuestro interlocutor está seguro de que si se restaura la carretera, los residentes volverán a sus lugares de origen.

Al separarnos de los Babayevs, nos fijamos en un joven. Se presenta. Se llama Turan Mahmudzada. Vino a su tierra natal a pasar el fin de semana. Le preguntamos por qué estaba delante de la casa destruida. Turan nos dijo que venía aquí con su familia. En verano acampan y se quedan aquí. La familia de Turan quería reconstruir la casa, pero el tiempo y las condiciones de la carretera les impidieron traer materiales de construcción desde Gakh. Planean empezar la construcción el año que viene.

Saribash es testigo de muchas guerras en el Cáucaso. Al cruzar Saribash, el gobernante de Ilisu Daniyal bey se unió a las filas del jeque Shamil. Las casas históricas construidas en la misma época son un legado de los tiempos remotos. Posteriormente, estas zonas fueron famosas como dominios de bey. Frente a una de estas casas históricas nos encontramos con el residente local Shahid Khafizov. Nuestro interlocutor se ha asentado en Jalair, pero no olvida su pueblo natal. Actualmente viven en el pueblo entre 10 y 15 familias. Los aldeanos sueñan con que se restaure la carretera y el pueblo reviva. Durante la conversación nos enteramos de que en los años 60 del siglo pasado el famoso cantante Rashid Behbutov cantaba para los lugareños en la meseta "Ala goz" y que visitaba los lugares de la zona. R. Behbutov mantenía relaciones amistosas con los residentes de Saribash.