París, 11 de octubre, AZERTAC

Azerbaiyán concede gran importancia al seguimiento de las prioridades y a la aplicación efectiva de los programas de la UNESCO. Azerbaiyán está decidido a trabajar con la UNESCO y sus Estados Miembros de una manera abierta, transparente e inclusiva.
Azerbaiyán apoya activamente las iniciativas de la organización en el ámbito del diálogo intercultural, así como la lucha contra el racismo y la discriminación, y fomenta constantemente el diálogo entre culturas y religiones a través de iniciativas mundiales como el "Proceso de Bakú" y "Paz para la Cultura".
Así se expresa en la declaración nacional de Azerbaiyán presentada en la 217ª sesión del Consejo Ejecutivo de la organización por el representante permanente de Azerbaiyán ante la UNESCO, Elman Abdullayev, informa AZERTAC. El documento señala que Azerbaiyán sigue contribuyendo a la agenda global sobre el desarrollo sostenible dentro de sus capacidades nacionales y como presidente del Movimiento de Países No Alineados, sin escatimar esfuerzos para promover la solidaridad internacional y el multilateralismo en el mundo. Sin embargo, las peligrosas tendencias que se siguen observando en la región, como las manifestaciones de racismo, discriminación e intolerancia asociadas, son motivo de preocupación.
"Durante 30 años de agresión militar, Armenia ha destruido por completo, saqueado y vandalizado el patrimonio cultural en los territorios azerbaiyanos ocupados. Valores culturales como monumentos históricos, mezquitas, templos, mausoleos, museos, exposiciones, galerías de arte, monumentos arqueológicos y bibliotecas fueron brutalmente saqueados y borrados del mapa.
Las infraestructuras educativas de Azerbaiyán también sufrieron graves daños durante la ocupación. Armenia destruyó completamente más de 2 mil instituciones educativas en los territorios azerbaiyanos ocupados.
Armenia también llevó a cabo una política de destrucción sistemática, saqueo y apropiación del patrimonio cultural de Azerbaiyán. Las huellas de los azerbaiyanos expulsados de Iravan, Zangazur Occidental, Vedi, Nuvadi, Goycha y muchas otras tierras históricas, tierras de sus bisabuelos, fueron deliberadamente destruidas o borradas en Armenia", subraya la declaración.
Como se señala en el documento, la política de Armenia, que llevó a cabo una limpieza étnica contra los azerbaiyanos, también tuvo un impacto devastador en el patrimonio cultural inmaterial de Azerbaiyán, lo que supone una violación de los derechos culturales de todos los azerbaiyanos, así como del derecho de toda persona a disfrutar del patrimonio cultural. Se afirma que los llamamientos dirigidos al director general de la UNESCO por el Gobierno de Azerbaiyán, muchas organizaciones no gubernamentales azerbaiyanas y la Comunidad de Azerbaiyán Occidental, expresando su profunda preocupación por la destrucción del patrimonio cultural azerbaiyano en Armenia, y solicitando una misión de investigación y evaluación en Armenia, son una justa demanda del pueblo azerbaiyano.
"En los tres años transcurridos desde la firma de la Declaración trilateral en 2020, Armenia ha desplegado más de mil formaciones armadas ilegales en el territorio azerbaiyano. Además, Armenia ha utilizado la carretera de Lachin para fomentar el separatismo en el territorio soberano de Azerbaiyán. En septiembre de 2023, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, en respuesta a las numerosas provocaciones de las formaciones armadas ilegales armenias, llevaron a cabo medidas antiterroristas locales. En el curso de las medidas antiterroristas, se dieron los pasos necesarios para evitar daños a la población civil y a la infraestructura civil en pleno cumplimiento de las normas del derecho humanitario", reza la declaración.
Se informa sobre la eliminación del llamado "régimen" y el desarme de los grupos armados ilegales, así como sobre el proceso de reintegración de los residentes armenios locales, la creación de un portal electrónico especial para este fin, la formación de un ambiente favorable para el diálogo, el plan de Azerbaiyán para la normalización de las relaciones con Armenia.
Se llama la atención sobre el hecho de que el informe de la misión de la ONU sobre la región azerbaiyana de Karabaj, especialmente la ciudad de Khankandi, afirma que no se produjeron daños en infraestructuras civiles ni en lugares culturales y religiosos, que no se cometieron actos de violencia contra la población civil y que Azerbaiyán se dispone a restablecer la asistencia sanitaria y una serie de servicios públicos en Khankandi.
Al mismo tiempo, la declaración subraya que Azerbaiyán y Armenia tienen una oportunidad histórica de establecer buenas relaciones de vecindad y coexistir pacíficamente como dos Estados soberanos.