El 19 de septiembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llamó por teléfono al presidente de la República de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
Durante la conversación telefónica, las partes intercambiaron puntos de vista sobre la situación actual en la región azerbaiyana de Karabaj.
El jefe de Estado señaló que los grupos de inteligencia-sabotaje de las fuerzas armadas armenias en la región de Karabaj de Azerbaiyán habían colocado minas con fines terroristas, a consecuencia de lo cual murieron civiles y agentes de policía, y las unidades del ejército azerbaiyano fueron objeto de fuego de morteros y armas ligeras de diversos calibres.
El presidente Ilham Aliyev enfatizó que estas acciones, incluyendo las llamadas "elecciones presidenciales" en la región de Karabaj de Azerbaiyán, celebradas el 9 de septiembre, fueron una continuación de las provocaciones deliberadas en contra de la soberanía de Azerbaiyán por parte de Armenia y la llamada institución separatista establecida y apoyada por éste país.
El presidente de Azerbaiyán afirmó que, para prevenir tales acciones provocadoras e incitadoras, Azerbaiyán tenía que lanzar medidas antiterroristas locales en la región.
El jefe de Estado de la República de Azerbaiyán subrayó que durante las medidas antiterroristas no se ataca a la población civil ni a las infraestructuras, sino que sólo se neutralizan los objetivos militares legítimos.
El jefe de Estado de la República de Azerbaiyán mencionó que los representantes de los residentes armenios que habitan en la región de Karabaj de Azerbaiyán habían sido invitados a dialogar en varias ocasiones por la Administración Presidencial de Azerbaiyán para discutir cuestiones de reintegración, pero se negaron, sin embargo, fueron invitados a dialogar de nuevo cuando continuaron las medidas antiterroristas locales. Ilham Aliyev indicó que las medidas antiterroristas se detendrán si se deponen y desarman las tropas armenias.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, expresó su preocupación por la situación, llamó al alto el fuego y afirmó que Estados Unidos apoya el diálogo directo entre Bakú y los representantes de los residentes armenios que habitan en la región de Karabaj.