Bakú, 15 de septiembre, AZERTAC

Alrededor de 238 millones de personas se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda en 48 países en 2023, informa AZERTAC según el Informe Mundial sobre las Crisis Alimentarias.
Basándose en los datos disponibles a principios de agosto, la actualización de mitad de año de 2023 mostró que alrededor de 33,64 millones de personas se enfrentan a "condiciones de emergencia" en 36 países, mientras que 128.600 personas se enfrentan a "condiciones de catástrofe" en cuatro países.
Las conclusiones del informe indicaban que Sudán del Sur tiene la mayor proporción, con un 63%, seguido de Yemen (52%-55%). Afganistán, la República Centroafricana, Haití y Sudán tienen cada uno más del 40% de su población en la fase 3 o superior de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria.
"En estos 48 países, 21,6 millones de personas más se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda que en 2022 (un aumento del 10%), lo que eleva la cifra a 238 millones", enfatiza el informe.
Las cifras revelaron que 27,2 millones de niños menores de cinco años están afectados por la emaciación en 21 países en crisis alimentaria, mientras que se estima que 6,3 millones de mujeres embarazadas y lactantes están afectadas por la malnutrición aguda en 15 países con datos sobre la crisis alimentaria.
El informe subraya que es probable que el número total de personas que se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda este año aumente debido a la falta de datos, ya que no se dispone de datos de 25 países o territorios, 10 de los cuales tenían datos en 2022, que representan 41 millones de personas que se enfrentan a altos niveles de inseguridad alimentaria aguda.
Entre ellos se encuentran países con algunas de las mayores crisis alimentarias, como Myanmar, Siria y Ucrania.
En cuanto a las causas de la inseguridad alimentaria en 2023, menciona los conflictos, las crisis económicas y los fenómenos meteorológicos extremos.
Citando a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el estudio señala que los precios de los alimentos se mantienen en niveles históricamente altos a pesar de la tendencia a la baja desde su pico en marzo de 2022 con el inicio de la guerra en Ucrania.
"La guerra en Ucrania continúa creando incertidumbre en los mercados alimentarios mundiales", destaca el informe, añadiendo que la ruptura de la presa de Kajovka en junio de este año y la finalización de la Iniciativa de Cereales del Mar Negro en julio son las dos razones principales relacionadas con el conflicto.
Señalando que el acuerdo ayudó a aliviar algunas de las presiones al alza sobre los precios mundiales de los alimentos después de su firma en julio de 2022, dijo que si bien el efecto inmediato de la terminación del acuerdo sobre los precios internacionales de los alimentos fue insignificante, "sigue sin estar claro cuál será el impacto a largo plazo".
Rusia se negó a prorrogar el acuerdo sobre cereales en julio, alegando que Occidente no había cumplido sus obligaciones y que seguía habiendo restricciones a sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes. Moscú criticó especialmente las restricciones en materia de pagos, logística y seguros.
El acuerdo sobre los cereales fue negociado el año pasado por la ONU y Türkiye y permitió a Ucrania enviar grano a través del Mar Negro y consiguió bajar los precios mundiales de los alimentos.