Bakú, 20 de julio, AZERTAC
En una alerta, la agencia hizo hincapié en que las olas de calor se encuentran entre los peligros naturales más mortíferos y el asesor superior sobre Calor de la OMM, John Nairn, explicó a los periodistas que las temperaturas extremas están a punto de aumentar en frecuencia, duración e intensidad, según Noticias ONU, informa AZERTAC.
Las altas temperaturas nocturnas repetidas son especialmente peligrosas para la salud humana porque el cuerpo es incapaz de recuperarse del calor sostenido. Esto provoca un aumento de los casos de infarto y muerte.
Según un reciente informe de la agencia de la ONU, el verano pasado murieron en Europa 60.000 personas más a causa del calor extremo, a pesar de los sólidos planes de alerta temprana y acción sanitaria del continente.
La OMM afirmó que es urgente adaptar las infraestructuras para que soporten temperaturas elevadas prolongadas y concienciar a las personas vulnerables de los riesgos. La agencia advirtió del aumento del riesgo de muerte por olas de calor también en Asia, el norte de Àfrica y Estados Unidos.
El calor es un riesgo para la salud en rápido crecimiento debido a la urbanización creciente o rápida, al aumento de las temperaturas extremas y al envejecimiento de la población.
Las condiciones abrasadoras "no son los sistemas meteorológicos normales del pasado" y están con nosotros "como consecuencia del cambio climático. Se está perdiendo el hielo del Polo Norte y eso está reforzando ese mecanismo y continuará durante algún tiempo.
La OMM subrayó que en todo el mundo es inevitable que el calor sea más intenso y extremo, y que es imperativo prepararse y adaptarse, ya que muchas ciudades, hogares y lugares de trabajo no están construidos para soportar altas temperaturas prolongadas.