Bakú, 8 de junio, AZERTAC

El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de la República de Azerbaiyán ha emitido una declaración.
La declaración reza así:
"En la cuenta de las redes sociales del ministro de Economía armenio, Vahan Kerobyan, se ha publicado información e imágenes de vídeo sobre la construcción de una gran planta metalúrgica con una capacidad de producción anual de 180.000 toneladas y una superficie de 16.500 metros cuadrados en el pueblo de Yeraskh (Arazdayan), en la frontera armenia con la República Autónoma de Najchiván de Azerbaiyán.
Esto demuestra que, una vez más, Armenia viola flagrantemente las normas y principios del derecho internacional, especialmente las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Evaluación del Impacto Ambiental en un Contexto Transfronterizo (Convención de Espoo) de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas.
En concreto, según las disposiciones del Convenio de Espoo, si una actividad económica a gran escala planificada por una parte del Convenio en su territorio tiene un impacto ambiental negativo en el territorio de otros países, esta actividad debe acordarse con las instituciones pertinentes de ese país y debe elaborarse un documento de evaluación del impacto ambiental.
Además, como miembro del Convenio de Espoo, Armenia debería haber garantizado la participación de Azerbaiyán y del público de las zonas afectadas en el procedimiento de evaluación del impacto ambiental transfronterizo antes de emprender dicha actividad.
No es la primera vez que Armenia incumple las normas del derecho internacional, incluidas las medioambientales. Hace algún tiempo, Azerbaiyán presentó una reclamación contra Armenia en el marco del Convenio de Espoo en relación con sus planes de construcción de un nuevo reactor nuclear en el territorio de la central nuclear de Metsamor, y se adoptó la decisión de que Armenia no cumplía las disposiciones del Convenio.
Es bien sabido que la industria minera de Armenia tiene un grave impacto negativo en la situación medioambiental de Azerbaiyán. Las aguas de proceso altamente tóxicas vertidas por las grandes empresas mineras de Armenia -la planta de cobre-molibdeno de Kajaran y la planta de procesamiento de mineral de Gafan- llevan mucho tiempo contaminando gravemente el río transfronterizo Okhchuchay.
Estos hechos demuestran que tales actividades ilegales por parte de Armenia se han convertido en una fuente de peligro no sólo para Azerbaiyán, sino también para la situación medioambiental de la región en su conjunto.
Condenamos enérgicamente las acciones de Armenia, que perjudican la seguridad medioambiental de la región y son contrarias a las normas del derecho internacional, y hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que preste seria atención a este asunto."