Bakú, 17 de mayo, AZERTAC
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado su informe final, reiterando y actualizando sus conclusiones de que la meteorología y la calidad del aire desempeñan un papel secundario en la transmisión del COVID-19.
Las lecciones aprendidas de la pandemia han demostrado cómo los datos medioambientales pueden y no pueden utilizarse para predecir la propagación del virus respiratorio. Por lo tanto, es crucial que los investigadores sigan estudiando el papel de los factores meteorológicos y la calidad del aire en relación con el COVID-19, dado el potencial de utilizar estos conocimientos para prepararse y responder a futuras emergencias sanitarias internacionales, señala el informe, informa AZERTAC.
Los estudios de los dos primeros años y medio de la pandemia de COVID-19 muestran que los efectos de la meteorología y la calidad del aire en la transmisión de la enfermedad fueron secundarios a los efectos de las intervenciones no médicas, las campañas de vacunación, los cambios en la inmunidad y la dinámica del comportamiento. Tampoco hubo pruebas de que determinadas condiciones meteorológicas (por ejemplo, condiciones cálidas y húmedas) eliminaran por completo la transmisión.
Las pruebas sugieren que la relación entre las condiciones meteorológicas y la incidencia de COVID-19 (a través de los efectos sobre la transmisión) y los resultados graves es compleja y probablemente no lineal.
Varios estudios sugieren una relación entre la exposición a contaminantes de la calidad del aire y los efectos graves del COVID-19. Pero se necesita más información para comprender plenamente este vínculo.
Aunque la meteorología y la calidad del aire desempeñaron un papel menor en los primeros años de la pandemia en comparación con otros factores, el número de infecciones y muertes por COVID-19 fue tan grande que incluso los factores secundarios tuvieron una gran importancia. Por este motivo, es muy importante que los investigadores sigan estudiando los efectos de la meteorología y la calidad del aire en la pandemia de COVID-19.
Como enfermedad endémica mundial, la COVID-19 sigue causando graves consecuencias. Incluso pequeños cambios porcentuales en la incidencia y gravedad de COVID-19 pueden tener graves consecuencias en términos de mortalidad. En consecuencia, el papel de la meteorología y de la calidad del aire sigue siendo un área importante de investigación para desarrollar predicciones precisas e intervenciones eficaces.
La OMM anima a los servicios meteorológicos nacionales y a la comunidad científica a colaborar estrechamente con los expertos en salud para seguir incorporando el impacto de la meteorología y la calidad del aire en la COVID-19.