Guba, 29 de marzo, AZERTAC

Las huellas de las atrocidades cometidas por los dashnaks durante los sucesos de marzo de 1918 en el pueblo de Alpan, en la región azerbaiyana de Guba, han sobrevivido hasta nuestros días.

El antiguo cementerio de la aldea es uno de los lugares históricos del genocidio. Los vándalos armenios, no satisfechos con matar civiles, dispararon contra las lápidas del cementerio del pueblo e incendiaron el mausoleo de Subaba, que data del siglo XVI. Las lápidas aún conservan las huellas de las balas.

En una conversación con el corresponsal regional de AZERTAC, Alfi Dadashov, profesor de historia de la escuela secundaria del pueblo de Alpan, contó que en mayo de 1918, militares armenios atacaron Alpan y rodearon el pueblo por tres lados. Muchos habitantes de Alpan, considerado entonces uno de los pueblos más ricos del distrito de Guba, huyeron desarmados a los bosques. Los armenios, que quemaron todas las casas, no se apiadaron ni de los ancianos, ni de las mujeres ni de los niños.

"El principal objetivo de las formaciones armenias era llevar a cabo un genocidio contra la población musulmana de este lugar. Se les ordenó matar a todos los residentes locales que vivían en la zona desde Shahdag hasta el mar Caspio. Los armenios no sólo mataban gente, sino que también destruían monumentos culturales y lugares de culto en los pueblos. Sólo en Alpan, los armenios saquearon e incendiaron más de 50 casas. En aquella época vivían en el pueblo familias de "bey"(gobernadores), y los armenios se llevaron todas sus propiedades", cuenta Alfi Dadashov.

La aldea de Alpan, a 16 km del centro del distrito, es uno de los asentamientos más antiguos del distrito. Durante los sucesos de marzo de 1918, 167 aldeas del distrito de Guba quedaron completamente destruidas, la ciudad de Guba fue saqueada e incendiada, y la población musulmana y en parte judía del distrito fue asesinada.

Gracias a las investigaciones llevadas a cabo en esta zona en los últimos años, se han recopilado muchos datos y documentos nuevos sobre el genocidio. Una fosa común descubierta en la localidad de Guba revela uno de los episodios más sangrientos de esta tragedia. El cementerio de las víctimas del genocidio en Guba fue descubierto el 1 de abril de 2007 durante unas excavaciones. En 2009, un decreto del Consejo de Ministros aprobó un "Plan de acción para conmemorar a las víctimas de la masacre en el distrito de Guba" y se tomó la decisión de erigir un complejo conmemorativo en el lugar de la fosa común y llevar a cabo obras de paisajismo en el territorio.

En julio de 2007, funcionarios del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Academia Nacional de Ciencias de Azerbaiyán iniciaron una investigación a gran escala en la zona de la fosa común, que concluyó en septiembre de 2008. Como resultado de la investigación, se estableció que la fosa común estaba relacionada con el genocidio cometido por los armenios contra la pacífica población local en 1918. Se descubrieron los restos de más de 400 cuerpos humanos. Más de 50 de ellos pertenecían a niños, más de 100 a mujeres y el resto eran en su mayoría ancianos. Se comprobó que no sólo azerbaiyanos, sino también lezginos, judíos, tats y representantes de otros grupos étnicos que vivían compactamente en Guba fueron asesinados sin piedad y enterrados junto con los azerbaiyanos.