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Tenemos un enorme problema de sal: Millones morirán si no se toman medidas, advierte la OMS

Bakú, 10 de marzo, AZERTAC

Siete millones de personas podrían morir de enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de sal antes de que acabe la década, a menos que los gobiernos aprueben inmediatamente restricciones más estrictas sobre la sal, advirtió el jueves un informe de la Organización Mundial de la Salud. Sus autores piden a los gobiernos que apliquen objetivos de sodio más estrictos para los alimentos, marquen más claramente el contenido de sal en los envases e impulsen la concienciación pública sobre los peligros que supone para la salud comer mucha comida salada, según The Washington Post.
"El consumo excesivo de sodio es el principal factor de riesgo de una dieta poco saludable, y es responsable de 1,8 millones de muertes al año", declaró Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS.
Comer demasiada sal es una de las causas de las enfermedades cardiovasculares, que se calcula que matan a 17,9 millones de personas al año, según la OMS. También puede provocar accidentes cerebrovasculares, que matan a 5 millones de personas al año en todo el mundo, y otras enfermedades graves.
Los gobiernos podrían salvar muchas de esas vidas introduciendo límites obligatorios a la cantidad de sal que la industria alimentaria está autorizada a añadir a los alimentos procesados, dijo Branca, añadiendo que esto representa la mayor parte del sodio consumido por la mayoría de los estadounidenses, en lugar de la sal espolvoreada sobre los alimentos en la cocina.
"Se trata de algo que no cuesta dinero a nadie", subrayó Branca. "Es una intervención sencilla, pero increíblemente eficaz".
La mayoría de la población mundial consume unos 10,8 gramos de sal al día, más del doble de lo recomendado tanto por la OMS como por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que sugieren no consumir más de una cucharadita de sal al día. Aunque la sal es un nutriente esencial, el sodio -que constituye el 40% de la misma- estrecha y endurece los vasos sanguíneos.
"Si retenemos más sal en el organismo, aumenta lentamente la presión arterial", explica Graham MacGregor, catedrático de medicina cardiovascular de la Universidad Queen Mary de Londres, que no participó en el informe pero aboga por reducir el consumo de sal. "Esa presión arterial elevada provoca luego accidentes cerebrovasculares, infartos de miocardio o insuficiencia cardiaca".
Muchas otras organizaciones sanitarias -como la Asociación Americana del Corazón, el Colegio Americano de Cardiología y las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina- también recomiendan a los consumidores reducir drásticamente su consumo de sodio. Esa postura se basa en décadas de pruebas científicas (incluidos análisis de cientos de estudios publicados que subrayan los peligros del sodio para la salud) que permanecen inalteradas a pesar de varios estudios realizados en los últimos años que la han cuestionado.
La OMS espera reducir la ingesta mundial de sal en un 30% respecto a los niveles de 2013, un objetivo a 12 años acordado en su momento por sus 194 Estados miembros, pero que ninguno va camino de cumplir, según dijo el jueves. Branca subrayó que estaba estudiando la posibilidad de ampliar el objetivo hasta 2030.
En una revisión de las políticas de reducción de la sal aplicadas por los gobiernos del mundo, la OMS descubrió que sólo nueve de sus miembros habían puesto en marcha medidas suficientemente exhaustivas para reducir el consumo excesivo de sal, es decir, el 5% de sus miembros.
La agencia sanitaria de la ONU pide a los gobiernos que conciencien a la población sobre los peligros de una dieta excesivamente salada y que anuncien más claramente los niveles de sal en los envases. Los funcionarios de la OMS creen que también se necesitan niveles obligatorios de contenido de sal para destetar al mundo de su mortal hábito de consumir sal, dada la elevada proporción que utilizan los fabricantes de alimentos en lugar de añadirla los consumidores individuales.
"No tiene sentido decirle a la gente que deje de añadir sal a sus alimentos", afirma MacGregor. "Ya está ahí dentro".
Más del 70% de la sal de la dieta estadounidense procede de alimentos envasados y preparados, según la Administración de Alimentos y Medicamentos, no del salero de casa.
En septiembre, la FDA anunció que planeaba cambiar las normas de las etiquetas nutricionales de los envases de alimentos para indicar que son "saludables". Los fabricantes estarían obligados a respetar límites específicos para, entre otros nutrientes, el sodio.

 

SALUD 2023-03-10 15:34:00