Bakú, 11 de enero, AZERTAC

El año pasado murieron más de siete millones de lactantes, niños y jóvenes menores de 24 años. Muchas de estas muertes se debieron a causas que podrían haberse evitado. Según AZERTAC, así se señala en el informe anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En las dos últimas décadas, las posibilidades de supervivencia de los niños han mejorado en todas las regiones del mundo. Por ejemplo, la mortalidad de los menores de cinco años ha descendido un 50% desde principios de siglo, y un 36% entre los niños mayores y los más pequeños. Las tasas de mortinatalidad han descendido un 35%. Un nuevo informe muestra que los avances en materia de salud infantil son buenos, pero siguen sin alcanzar los objetivos.
El año pasado murieron unos cinco millones de niños antes de cumplir los cinco años y más de dos millones de niños y jóvenes entre los cinco y los 24 años. En el mismo periodo, nacieron muertos 1,9 millones de niños. Muchos de ellos podrían haberse salvado.
Hasta la fecha, parece improbable que 54 países de todo el mundo alcancen el Objetivo de Desarrollo Sostenible de reducir a la mitad la mortalidad de los menores de cinco años.
A menos que se tomen medidas urgentes para mejorar los servicios sanitarios, casi 59 millones de niños y adolescentes morirán de aquí a 2030. Unos 16 millones de bebés nacerán muertos.
En la actualidad, más del 55% de todas las muertes de niños menores de cinco años se producen en Àfrica subsahariana, y el 26% en Asia meridional.
El informe de la ONU subraya que "detrás de estas cifras está el destino de millones de niños y familias a los que se niega su derecho básico a la salud".
El acceso a una atención sanitaria de calidad sigue siendo una cuestión de vida o muerte para los niños de todo el mundo. La mayoría de las muertes se producen en los primeros cinco años de vida de los niños, la mitad de los cuales fallece en el primer mes de vida.
Los partos prematuros y las complicaciones durante el parto son las principales causas de muerte infantil. Enfermedades infecciosas como la neumonía, la diarrea y la malaria son las mayores amenazas para quienes sobreviven a los primeros 28 días de vida.
La situación de la supervivencia infantil se ha visto gravemente agravada por la pandemia de COVID-19, que en particular ha provocado el mayor fracaso de vacunación contra las principales enfermedades infecciosas entre los residentes más jóvenes del mundo en tres décadas.