Bakú, 29 de junio, AZERTAC

Con motivo del 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Azerbaiyán y Francia, el Centro Heydar Aliyev acogió la inauguración de una exposición fotográfica del reconocido fotógrafo Reza Deghati titulada "La odisea interior de Reza", informa AZERTAC.
En su intervención en la inauguración de la exposición organizada conjuntamente por la Fundación Heydar Aliyev, la Embajada de la República Francesa en Azerbaiyán y el Instituto Francés en Azerbaiyán, Soltan Mammadov, jefe del departamento de relaciones internacionales de la Fundación, destacó que Francia es el segundo país, después de Turquía, que fue nombrado embajador en Azerbaiyán en los primeros años de la independencia. Subrayó el éxito de la cooperación entre ambos países en los ámbitos político, económico, cultural y educativo.
Refiriéndose a la importancia de la exposición fotográfica, Soltan Mammadov enfatizó que un destacado representante de la diáspora azerbaiyana, Reza Deghati, es un fotógrafo que filmó la rápida reconstrucción de los territorios liberados hoy en día, junto con 30 años de ocupación y destrucción.
A continuación, el embajador francés en Azerbaiyán, Zacharie Gross, pronunció un discurso. "Después de que Azerbaiyán recuperara su independencia, nuestras relaciones se han desarrollado considerablemente. Estas relaciones son muy estrechas y abarcan varios ámbitos. Tenemos fuertes lazos políticos, económicos y culturales, y estas relaciones se basan en la confianza”, afirmó el diplomático francés.
El diplomático expresó su agradecimiento a los organizadores por su apoyo para acoger la exposición.
En su intervención en la exposición, el fotógrafo Reza Deghati habló de su creatividad e interés por la fotografía. "En el mundo me llaman fotógrafo de guerra, pero yo me considero un fotógrafo de paz. Creo que la cultura permite la paz y la coexistencia". El famoso fotógrafo dijo que durante 30 años ha intentado dar a conocer al mundo la realidad de Azerbaiyán a través de sus fotos. Reza Deghati añadió que Azerbaiyán y Francia tienen un rico patrimonio cultural y este matiz acerca a los pueblos.