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México: Paisaje agavero y antiguas instalaciones industriales del tequila

Bakú, 13 de junio, AZERTAC

La Región Agavera, en la Región de los Valles del Estado de Jalisco, es uno de los paisajes culturales más importantes de México, no sólo por la importancia del paisaje natural que ofrece, sino por la tradición cultural que ha mantenido durante varios siglos y de la que ha surgido uno de los principales iconos que identifican a este país: el tequila.
Según el web sitio de la UNESCO, el sitio de 35.019 ha, entre las estribaciones del Volcán de Tequila y el profundo valle del Río Grande, forma parte de un extenso paisaje de agave azul, moldeado por la cultura de la planta utilizada desde el siglo XVI para producir el aguardiente de tequila y desde hace al menos 2.000 años para elaborar bebidas fermentadas y telas. Dentro del paisaje hay destilerías en funcionamiento que reflejan el crecimiento del consumo internacional de tequila en los siglos XIX y XX. Hoy en día, la cultura del agave se considera parte de la identidad nacional. La zona encierra un paisaje vivo y activo de campos de agave azul y los asentamientos urbanos de Tequila, Arenal y Amatitán con grandes destilerías donde se fermenta y destila la "piña" de agave. La propiedad es también un testimonio de las culturas de Teuchitlán que dieron forma a la zona de Tequila entre el 200 y el 900 d.C., sobre todo mediante la creación de terrazas para la agricultura, viviendas, templos, montículos ceremoniales y campos de pelota.
El cultivo del agave y su destilación han producido un paisaje distintivo dentro del cual se encuentra una colección de finas haciendas y destilerías que reflejan tanto la fusión de las tradiciones prehispánicas de fermentación del jugo de mezcal con los procesos de destilación europeos como de las tecnologías locales e importadas, tanto europeas como americanas.
La colección de haciendas y destilerías, en muchos casos completas con su equipamiento y que reflejan el crecimiento de la destilación del tequila en los últimos doscientos cincuenta años, son en conjunto un ejemplo excepcional de complejos arquitectónicos distintos que ilustran la fusión de tecnologías y culturas.
El paisaje del agave ejemplifica el vínculo continuo entre la antigua cultura mesoamericana del agave y la actualidad, así como el proceso de contorno del cultivo desde el siglo XVII, cuando se crearon plantaciones a gran escala y las destilerías comenzaron a producir tequila. El paisaje general de campos, destilerías, haciendas y pueblos es un ejemplo destacado de un asentamiento humano tradicional y del uso de la tierra que es representativo de una cultura específica que se desarrolló en Tequila.
El paisaje de Tequila ha generado obras literarias, películas, música, arte y danza, todas ellas celebrando los vínculos entre México y el tequila y su corazón en Jalisco. El paisaje de Tequila está, pues, fuertemente asociado a percepciones de significados culturales que van más allá de sus fronteras.
La propiedad del Patrimonio Mundial es grande y abarca todo el núcleo del paisaje del cultivo del tequila y la mayoría de los elementos relacionados e interdependientes que caracterizan a la región del agave. También incluye todos los aspectos del proceso de cultivo y destilación del tequila, así como las haciendas y fábricas y los pueblos asociados, abarcando así un área económica y cultural.
En los municipios de Magdalena, Tequila, Amatitán y El Arenal se concentran los testimonios tangibles e intangibles de diferentes periodos históricos que favorecen la comprensión y apreciación como un todo coherente y vital. El bien inscrito es la región de origen del proceso cultural y por tanto la que mejor ejemplifica su desarrollo histórico.
La extensión desplegada sobre los municipios de El Arenal, Amatitán, Tequila y Magdalena abarca un valle con continuidad geográfica y agrícola donde se localizan la mayoría de los elementos tangibles de la ocupación del territorio, representados por los vestigios arqueológicos, plantaciones e instalaciones industriales, así como los intangibles, representados por los usos y costumbres de la comunidad que habita la región. Ellos han sido el soporte del proceso cultural de la producción del Tequila. Estos mismos elementos pueden propiciar su conservación a largo plazo y su desarrollo sostenible. A la fecha, no se han presentado problemas significativos producidos por la actividad humana que pudieran comprometer la integridad del sitio.
En cuanto al paisaje cultivado, las haciendas, las destilerías y los centros de los asentamientos urbanos, no cabe duda de su autenticidad como reflejo de la forma en que se ha utilizado y se utiliza el paisaje para cultivar y procesar la planta de agave y destilar el tequila. Tanto los métodos de cultivo como los de transformación conservan su autenticidad y sigue existiendo un vínculo definido entre el lugar donde crecen las plantas de agave y las destilerías a las que se envían: sólo el tequila procesado a partir de piñas de agave cultivadas en la propiedad inscrita es susceptible de obtener una Declaración de Origen. El trabajo en el ámbito agrícola atestigua la pervivencia de elementos esenciales que han configurado el paisaje agavero desde su creación y la continuidad de un proceso cultural ancestral.
Los extensos cultivos y las antiguas destilerías de la región de Tequila tienen un fuerte carácter de sincretismo ya que en ellos se funden conocimientos ancestrales de las tradiciones americanas y europeas. El carácter fornido del paisaje es el resultado del cultivo y domesticación del Agave Azul Tequilana Weber planta autóctona de la región, a través de un largo recorrido a lo largo del tiempo. De ella proviene el género loci que impregna el sitio de manera única. Se caracteriza por innumerables líneas ondulantes de agave que se adaptan a la topografía irregular de la región. La periferia de los núcleos urbanos ha sido objeto de un desarrollo y un cambio recientes, y en ella están menos definidas las tradiciones constructivas locales y su autenticidad. En estas zonas serán necesarios programas positivos para gestionar el cambio de forma beneficiosa. El Plan de Gestión aborda esta necesidad.
Alrededor del 22% de la superficie designada es de propiedad privada; el 44% es terreno común; el resto, el 34%, es lo que se denomina asociaciones productivas mixtas, que son inversiones privadas en terrenos comunes. La mayoría de las fábricas que siguen en producción están en zonas urbanas. Las de las zonas rurales pertenecen a propietarios privados. En total hay 60 fábricas en la propiedad inscrita.
La protección legal se aplica a nivel federal, estatal y municipal. A nivel Federal, existen diferentes herramientas legales que pertenecen al producto Tequila en sí, mientras que la protección del patrimonio se otorga a través de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Artísticas, Históricas y Arqueológicas de 1972, la Ley General en materia de Asentamientos Humanos y la Ley General de Bienes Nacionales, la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Con estas herramientas, la protección federal se aplica a los monumentos históricos anteriores al siglo XX, a las ciudades y pueblos designados, a los sitios arqueológicos e industriales y a la relación entre los sitios naturales y los culturales. Esto abarca el núcleo de las ciudades y las fábricas y haciendas designadas. A nivel estatal, la Ley del Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco y Municipios, el Reglamento del Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco y Municipios, la Ley de Desarrollo Urbano del Estado de Jalisco, los Decretos de Áreas de Protección Natural, son herramientas para asegurar la preservación tanto del patrimonio cultural como del natural y de la cultura de las personas. El Estado tiene la responsabilidad de preservar y restaurar los sitios históricos, arquitectónicos y arqueológicos, el desarrollo urbano y territorial y la delimitación de los asentamientos. En particular, es responsable del paisaje protegido de Tequila a través del Plan Maestro de Tequila. Finalmente, en el ámbito municipal, el Reglamento para la Protección y Mejoramiento de la Imagen Urbana de Tequila, Jalisco, el Plan Parcial de Desarrollo Urbano sobre el Centro Histórico de Tequila, Jalisco, el Plan Parcial de Desarrollo Urbano para la Conservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico del Centro Histórico de Amatitán, Jalisco, el Plan de Desarrollo Urbano de El Arenal, Jalisco, el Modelo de Clasificación Ecológica Territorial del Estado de Jalisco, Región Valles, proporcionan un control sobre la edificación patrimonial del siglo XX y XXI en el inmueble.
El Plan de Manejo del Paisaje Agavero y las Antiguas Instalaciones de Tequila es el principal instrumento de gestión y planificación. Su implantación está centrada en mejorar la calidad de vida de las comunidades habitantes y actuar como factor de integración de los diversos instrumentos legales vigentes e instancias competentes en la región. También busca asegurar el mantenimiento de las condiciones de autenticidad e integridad de cada uno de los componentes del Paisaje Agavero a través de su conservación, restauración y uso adecuado. Asimismo, se esfuerza por estimular un crecimiento regional sostenible apoyado en los valores culturales locales. La implementación del plan de manejo establece las disposiciones para la conservación y uso sustentable del conjunto de atributos del predio: el paisaje natural, el paisaje agavero, los vestigios arqueológicos, las antiguas instalaciones industriales y los pueblos tradicionales. También es una herramienta para promover que los sectores sociales de menor ingreso económico sean contemplados como grupos prioritarios para los beneficios derivados del rescate y conservación del Paisaje Cultural Agavero. Como parte de la estrategia seguida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Gobierno del Estado de Jalisco para asegurar la conservación y protección del bien a través del desarrollo regional sustentable de la entidad, el "Paisaje Agavero de Tequila" ha sido incorporado como un "Proyecto Estratégico para el desarrollo de Jalisco".

 

TURISMO 2022-06-13 14:28:00