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Tradiciones españolas que forman parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO

Bakú, 10 de junio, AZERTAC
El patrimonio cultural inmaterial de España incluye algunas de sus tradiciones o prácticas más arraigadas. La UNESCO no limita el patrimonio cultural a monumentos o colecciones de objetos. Más bien, dedica la categoría de Inmaterial a aquellas expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes.
Según AZERTAC, entre el Patrimonio Cultural Inmaterial de España encontramos la música, la comida y las fiestas, muchas fiestas: La fiesta de las Fallas de Valencia, la Fiesta de los Patios de Córdoba y otras menos conocidas de las que hablaremos a continuación.
Dieta mediterránea
En España se come tan bien que todo el mundo lo sabe. Las Naciones Unidas decidieron incluir esta dieta entre el patrimonio cultural inmaterial de España. La razón va más allá de la calidad de los alimentos, ya que la UNESCO señala que: "La dieta mediterránea no sólo incluye alimentos, ya que es un elemento cultural que fomenta la interacción social". En 2003 la candidatura fue presentada conjuntamente por España, Italia, Grecia y Marruecos. "Los mediterráneos no nos sentamos a la mesa para comer, sino para comer juntos y disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Una herencia ancestral que debemos seguir transmitiendo a las generaciones futuras. Es una forma de vida", declaran en la candidatura.
Silbo Gomero
El silbo gomero es el lenguaje silbado de la isla de La Gomera (Canarias) para comunicarse por los barrancos. Es el único lenguaje silbado del mundo totalmente desarrollado y hablado por una gran comunidad, aproximadamente 22.000 personas. Se enseña en las escuelas desde 1999 para mantener el lenguaje. El silbo gomero sustituye las vocales y consonantes del español por silbidos: dos silbidos diferenciados sustituyen a las cinco vocales y otros cuatro a las consonantes. Además, hay diferentes intensidades y duración del silbido. Cuando se domina se puede comunicar cualquier mensaje.
Tribunales de regantes de la costa mediterránea española
Desde 2009, el Patrimonio Cultural Inmaterial de España incluye los tribunales de regantes de la costa mediterránea española: el Consejo de Sabios de la llanura de Murcia y el Tribunal de las Aguas de la llanura de Valencia. Se trata de una institución jurídica para la gestión del agua. Sus orígenes se remontan a la época de Al-Ándalus (siglos IX-XIII). Este Tribunal está formado por siete miembros de diferentes zonas geográficas que son elegidos democráticamente. Además, gozan de gran autoridad y respeto en la zona.
Flamenco
El flamenco es probablemente la expresión más característica de la cultura española. Y desde 2010 se ha convertido en un arte universal. El 16 de noviembre el flamenco fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial, fecha que se ha establecido como Día Internacional del Flamenco. Este día se celebra en todo el mundo con diferentes espectáculos flamencos, en España se celebra en Jerez de la Frontera.
Castells
En 2015 los castells pasaron a formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de España y de la Humanidad. Los castells son torres humanas que se construyen durante las diferentes fiestas de los pueblos de Cataluña. Hay mucha tradición en torno a ellos y, a veces, diferentes generaciones forman parte del mismo grupo. Subidos sucesivamente a los hombros de los demás, los "castellers" forman torres humanas de seis a diez pisos. La ancha banda que les protege la espalda sirve también de punto de apoyo para los que suben a los pisos superiores de la torre.
La obra de misterio de Elche
Desde mediados del siglo XV, el Misterio de Elche se representa en la Basílica de Santa María y en las calles de la ciudad de Elche, en Valencia. Se trata de un drama musical sagrado sobre la muerte, asunción y coronación de la Virgen María. Esta representación teatral completamente cantada se celebra los días 14 y 15 de agosto. Consta de varios actos y procesiones. Es un testimonio vivo del teatro religioso medieval y en él participan unos 300 voluntarios que merecen figurar en la lista del patrimonio cultural inmaterial.
Calonge, la combinación perfecta
Este pueblo medieval está situado entre la montaña y la costa y fue construido alrededor de un castillo. Calonge cuenta con increíbles playas y su barrio de Sant Antoni está en la famosa Costa Brava.
Es un pequeño pueblo con un encanto especial. El destino perfecto para pasar un día visitando sus lugares y monumentos más populares. Para quienes decidan alojarse allí, es posible realizar excursiones a lugares como Palafrugell y Begur (al norte), y Sant Feliu de Guíxols (al sur). Además, está muy cerca de dos de los lugares de ocio nocturno más animados de la Costa Brava: Playa de Aro y Palamós. Por ello, puede ser una opción alternativa para alojarse y disfrutar de una escapada más económica, no sólo para los amantes de la fiesta, sino también para las familias.
En medio de la plaza mayor, verdadero corazón de Calonge, destaca la mole amurallada del castillo, donde comienza la visita. Aunque se trata de una fortaleza del siglo VIII que aparece en las crónicas carolingias del siglo siguiente, la parte más antigua que se conserva es la llamada Torre Cuadrada, construida probablemente en el siglo XII. El conjunto actual sigue siendo la estructura de lo que se restauró tras el incendio de 1485.
En el siglo siguiente, este edificio se convirtió en un palacio, del que destacan los jardines y el patio de armas. Las murallas tienen saeteras casi a ras de suelo y almenas decorativas de triple vuelta en la parte superior de los muros. Actualmente, el archivo municipal se encuentra aquí.
Es imprescindible mencionar también su casco antiguo. En la plaza de la Doma se encuentra la iglesia de San Martín, de una sola nave y con unas medidas sorprendentes. Además, está el Can Savalls, construido en el siglo XVI, una casa noble que destaca por sus símbolos judíos y su impresionante fachada.
El Collet también es fascinante por su relación con los restos del monasterio de Santa María del Mar. Fue fundado en el siglo XII en una pequeña colina que estaba ocupada por una villa romana. En la actualidad, sólo existe una pequeña ermita en estado ruinoso. Otro lugar destacable es la "Torre de la Lloreta", situada en el centro de Sant Antoni y cuya función era la de avistar barcos corsarios para alertar a la población.
Por último, es imposible no mencionar sus maravillosas playas, como la de Sant Antoni, Torre Valentina, así como otra torre de vigilancia, Es Monestri. Además, hay varias calas que se encuentran en los cabos de Roques Planes y Cabo Roig o El Paller.
El fascinante Monasterio de San Jerónimo Yuste
Este lugar es uno de los tres sitios españoles designados como Patrimonio Europeo. Este honor se debe a que fue elegido por el emperador Carlos V como lugar de retiro. Una elección muy acertada por la tranquilidad y belleza del entorno. A continuación, la historia y las mejores cosas que ver en Yuste.
Aunque Yuste es un pequeño pueblo de la región en Extremadura, su monasterio es maravilloso. El agradable entorno de Jarandilla de la Vera está cerca del pueblo. Además, en sus alrededores hay dos despoblados. Uno es Granadilla, desalojado a mediados del siglo pasado, el otro es el emplazamiento de la ciudad romana de Cáparra. Además, al norte se encuentra el pueblo de Hervás, que destaca por su judería. Si prefiere la naturaleza, no muy lejos está el Parque de la Garganta de los Infiernos. Por último, al sur se encuentran las magníficas ciudades de Plasencia y Cáceres.
En Yuste hay mucho que ver. El monasterio se encuentra en la localidad de Cuacos de Yuste, a dos kilómetros del casco urbano. Su conjunto arquitectónico tiene dos partes diferenciadas. Está el convento y el palacio del emperador. La primera está formada por varios espacios con funciones diferentes: la iglesia (siglo XV) y dos claustros, uno gótico (siglo XV) y otro nuevo (siglo XVI).
El acceso principal al monasterio se realiza a través de un pórtico. Frente a él se encuentra la fachada oeste de la iglesia. La iglesia del Monasterio de San Jerónimo de Yuste es de una sola nave y está cubierta por bóvedas de terceletes. También tiene un techo en forma de estrella sobre el presbiterio poligonal. Sobre el altar se encuentra el retablo mayor, encargado por Felipe II a Juan de Herrera. Esta obra incluye una copia de la obra de la Apoteosis de Carlos V. El original, del pintor Tiziano, se encuentra en El Escorial. También es interesante la sillería del coro, que es del siglo XV. Destaca su decoración renacentista de motivos florales y temas fantásticos, realizada en madera de nogal y de estilo gótico.
En la parte sur del monasterio se encuentra la casa de Carlos V. Se trata de un conjunto sencillo, realizado en ladrillo, mampostería y sillería, sin apenas elementos decorativos. La planta principal de la residencia del emperador es austera, organizada en torno a un pasillo central con dos habitaciones a cada lado.
En la planta superior se encuentra el dormitorio imperial. La finalidad de esta habitación era tener una posición cómoda para comunicarse con la iglesia. Así, esta habitación que se ve en Yuste tiene una ventana que permitía al monarca seguir los oficios religiosos desde su cama. Esto era vital, dado que sufría de gota. El sistema es equivalente al que tenía Felipe II en sus aposentos de 'El Escorial'.
Por último, en la fachada sur del palacio hay un mirador, que proporciona las mejores postales que ver en Yuste. Desde allí se puede ver el estanque y el jardín del monasterio. Estas estancias carecen del mobiliario original debido a los acontecimientos mencionados anteriormente. Sin embargo, se conserva la silla construida especialmente para el monarca. Se trata de un esfuerzo por conservar cierto ambiente imperial. Además, se exhibe un impresionante reloj de oro y platino de Jeremías Metzger.
En resumen, Yuste y su monasterio es una visita obligada si se está planeando una escapada durante este verano. El mejor lugar para disfrutar de la naturaleza, pero también para descubrir el pasado histórico de la región.
Caños de Meca, un lugar aún por descubrir
Esta pequeña pedanía del pueblo costero de Barbate se convirtió en uno de los lugares favoritos del movimiento hippy en España. Desde entonces, Caños de Meca ha ganado popularidad como lugar turístico no sólo por sus increíbles playas, sino también por ser un destino perfecto para los amantes de la naturaleza.
Playa de los piratas
Debido a los ataques de los piratas, la población desapareció hasta el siglo XX. Luego, comenzó a recuperarse lentamente. Sin embargo, fue el movimiento hippie el que dio un impulso a Los Caños de Meca. Gracias al estado casi virgen de la zona, creció allí un increíble ecosistema.
Esta playa es el principal atractivo del pueblo, situado en pleno centro urbano. Lo que más destaca en esta playa es su finura y blancura, característica típica de las playas de esta región, como, por ejemplo, en Conil de la Frontera, Chiclana de la Frontera o Vejer de la Frontera.
Además, este pequeño pueblo está muy animado en verano debido a los numerosos turistas que pasan sus vacaciones en él. Hay que mencionar que hay una gran variedad de bares y restaurantes para disfrutar de la gastronomía típica. Aunque, Caños de Meca se convierte en un destino más tranquilo durante las estaciones más frías, hay oportunidades para el turismo activo durante todo el año.
Playa de Marisucia y calas de Castillejos
Al oeste de la Playa del Pirata y antes de llegar al Cabo de Trafalgar se encuentra la Playa de la Marisucia. A pesar de su peculiar nombre, es quizás la playa más bonita de Los Caños de Meca. Su nombre proviene de los restos que el mar deja en su arena durante los días de viento. Tiene dos partes. Una de ellas está más cerca del pueblo y está llena de rocas, mientras que la otra tiene arena blanca. Además, junto a ella hay varias cuevas pequeñas pero sorprendentes. Frente a ella, hay arrecifes que sólo los buceadores más experimentados pueden explorar. Además, esta parte de la costa es muy buena para practicar kite-surf y windsurf.
Por otro lado, las calas de Castillejo se encuentran en el pueblo homónimo. Están situadas entre acantilados lo que proporciona una eficaz protección contra el viento. Sin embargo, al no ser muy profundas, la marea puede hacerlas desaparecer. Cabe mencionar que al otro lado del Cabo de Trafalgar se encuentra la playa de 'Zahoras'. Otra playa un poco más al norte es 'La Mangueta'. En ambas se puede disfrutar de una hermosa puesta de sol.
Cabo de Trafalgar
El punto más significativo de Caños de Meca es el Cabo de Trafalgar que es un islote que une la península con el continente a través del 'Tómbolo de Trafalgar'. Se trata de un istmo declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía.
A lo largo de la historia, varias potencias se han interesado por este cabo. Por ejemplo, en tiempos de los romanos había un templo y una factoría de salazones, que aprovechaban la riqueza natural de la zona del Estrecho de Gibraltar. Se trataba de un lucrativo negocio que se extendió por toda la región gaditana, basado en la técnica de la pesca del atún.
Posteriormente, hubo aquí un asentamiento árabe y más tarde hispano. En la Edad Moderna se hizo imposible habitar la zona, ya que los ataques berberiscos, piratas musulmanes procedentes del norte de África, asolaron la zona. Por ello, Felipe II y el Duque de Medina Sidonia construyeron balizas y fortificaciones a lo largo de la costa. Este duque impulsó la Torre de Trafalgar, de planta cuadrada, y las torres reales redondas. En el interior del poblado se encuentra la Torre de la Meca, construida en el siglo XIX.
La postal más icónica del cabo es el faro de Trafalgar del siglo XIX, que data de 1862 y alcanza más de 30 metros. Sin embargo, su aspecto actual es el resultado de una remodelación en 1929. Es un destino popular para los excursionistas, que llegan al lugar a pie y recorren sus acantilados. Aunque hay una playa, es difícil acceder a ella y hay corrientes peligrosas. Sin embargo, hay varias calas antes del "Tómbolo de Trafalgar" que son recomendables.
Los caños
Hacia el este, tras alcanzar las calas de Los Castillejos, llegamos al límite occidental del Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate. Esta zona es famosa por sus caños, manantiales de agua dulce que caen desde los acantilados. Este paisaje crea un entorno único, ya que la vegetación crece a su alrededor. Es posible pasear entre pequeñas playas, algunas de ellas nudistas y situadas en la base de los acantilados, y ver los caños. La mejor opción es acudir cuando la marea está baja, y siempre que se lleve el calzado adecuado. Sin embargo, no es recomendable, ya que los desprendimientos de rocas son frecuentes.
Otra alternativa es visitar el parque desde arriba, que atraviesa densos pinares. De este modo, es posible terminar la ruta incluso en Barbate. En algunos puntos se puede acceder a los bordes de los acantilados, aunque quizá no sea buena idea acercarse mucho a ellos por la falta de protección. Además, otro punto destacable es la Torre del Tajo. Pertenece al complejo defensivo contra los bereberes mencionado anteriormente.
En definitiva, Caños de Meca es un lugar que merece la pena visitar, ya sea para relajarse en sus maravillosas playas o para disfrutar del turismo activo. Un pueblo con un increíble pasado histórico en el sur de nuestra fascinante España.

TURISMO 2022-06-10 18:34:00