Bakú, 1 de marzo, AZERTAC

El Día Mundial de la Inmunidad se celebra anualmente el 1 de marzo. El primer día de la primavera fue elegido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) no por casualidad. El largo invierno y la falta de luz solar debilitan el cuerpo: el metabolismo se ralentiza, las reservas de vitaminas y minerales se agotan y la resistencia a las infecciones disminuye, informa AZERTAC con referencia al sitio web med135.ru.
Este día se estableció en 2002 con el fin de ayudar a las personas a aprender más sobre el sistema inmunológico humano, cómo funciona y cómo fortalecerlo.
La propia palabra "inmunidad" deriva del latín "immunitas" - liberación.
La inmunidad es la capacidad del cuerpo para resistir las influencias nocivas del entorno externo e interno. Es el sistema de defensa del cuerpo, que protege nuestra salud. El sistema inmunitario está diseñado para adaptarse a todo y protegernos de todo. Todo organismo reconoce y destruye las sustancias extrañas. Si una sustancia química entra en el cuerpo, es eliminada activamente por el hígado. El aire contaminado es neutralizado por la mucosa de los pulmones y la sangre. El agua de mala calidad es filtrada por los riñones, etc.
Cada segundo nos enfrentamos a millones de bacterias, virus y alérgenos que viven a nuestro alrededor y no enfermamos porque nuestro sistema inmunitario está en guardia. Si no lo tuviéramos, cogeríamos una enfermedad tras otra, luchando contra ellas como si fuera la primera vez.
El sistema inmunitario humano se forma en el útero. Y la primera sustancia que estimula la inmunidad es la leche materna. Por ello, la lactancia es muy importante: con la leche materna los anticuerpos protectores de la madre también entran en el cuerpo del niño.
La inmunidad es acumulada por el organismo a lo largo de la vida tras las enfermedades o las vacunas: es la inmunidad adquirida.
Además, una persona también tiene inmunidad innata, que es la inmunidad heredada genéticamente a la enfermedad.
Sí, muchas de las capacidades del sistema inmunitario dependen de las características genéticas, pero también es importante entender que el individuo crea condiciones que pueden fortalecer o debilitar el sistema inmunitario.