Kiev, 20 de febrero, AZERTAC

En el marco de la campaña de sensibilización internacional "Justicia para Jodyalí", se han instalado vallas publicitarias sobre el genocidio de Joyalí en el centro de Kiev.
Según AZERTAC, el propósito es informar a los residentes de Ucrania y a los ciudadanos extranjeros sobre el genocidio de Joyalí. Las vallas publicitarias están instaladas en los lugares más concurridos de la capital: en las calles Lev Tolstoi, Velyka Vasylkivska, Glubochytsa y Secheviye Streltsy, y en la autopista Kiev - Boryspil.
Las vallas publicitarias muestran el monumento "Grito de Madre", que encarna el genocidio de Joyalí, y el lema "¡Justicia para Joyalí!
Los carteles permanecerán en Ucrania hasta finales de febrero.
Cabe destacar que A fines de los años 1980 los armenios iniciaron sus reclamos territoriales sobre la Región Autónoma de Nagorno Karabaj, cual formaba parte de la República Soviética y Socialista de Azerbaiyán. A los fines de 1991 y principios de 1992 el conflicto escaló a nivel militar.
Aprovechando la inestabilidad política ocasionada por la disolución de la Unión Soviética y las disputas internas en Azerbaiyán, Armenia inició las acciones militares en Nagorno Karabaj. En resultado de esa agresión militar el 20% del territorio internacionalmente reconocido de Azerbaiyán, incluyendo a la región de Nagorno Karabaj y 7 distritos adyacentes quedaron bajo la ocupación, donde se llevó a cabo una limpieza étnica forzando a 1 millón de azerbaiyanos a dejar sus tierras históricas convirtiéndose así en refugiados e internamente desplazados.
Uno de más brutales crímenes en el transcurso del conflicto fue perpetrado en la ciudad de Joyalí de la región de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán. Desde el octubre de 1991 Joyalí estaba rodeada por las fuerzas militares armenias. En la noche del 25 al 26 de febrero de 1992 dichas fuerzas atacaron a la ciudad con fuegos de artillería y cometieron una masacre atroz contra la población civil azerbaiyana.
En una sola noche 613 personas, entre ellos 106 mujeres, 63 niños y 70 ancianos fueron asesinadas con brutalidad. 1275 habitantes fueron tomados como rehenes, mientras que el destino de 150 personas aún se desconoce. Durante los ataques fueron heridos de gravedad 487 habitantes de Joyalí, 8 familias fueron aniquiladas, 25 niños perdieron a ambos padres y 130 niños perdieron a uno de sus padres. La estadística no alcanza para expresar graves huellas y el dolor imborrable que dejó aquella noche en los destinos personales y en las memorias.
En los últimos años, la comunidad internacional ha realizado importantes avances hacia el reconocimiento del genocidio en Joyalí. Los parlamentos de numerosos países – Bosnia y Herzegovina, Colombia, República Checa, Honduras, Jordania, México, Pakistán, Panamá, Perú, Rumania y Sudán, así como de más de diez estados de los Estados Unidos adoptaron resoluciones al respecto.