Bakú, 20 de enero, AZERTAC

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán emitió una declaración con ocasión del 31º aniversario de la tragedia del 20 de enero, informa AZERTAC.
“En la noche del 19 al 20 de enero de 1990, siguiendo una orden de la dirección de la URSS, un ejército soviético compuesto por 26.000 soldados invadió Bakú y Sumgait, así como a otras ciudades azerbaiyanas. Como resultado de esa intervención militar, 147 civiles murieron y 744 resultaron gravemente heridos. Esta tragedia pasó a la historia del Azerbaiyán moderno como el "Enero Negro".
Antes de estos trágicos acontecimientos, las reivindicaciones territoriales infundadas de Armenia contra Azerbaiyán a finales del decenio de 1980, la agresiva actividad separatista de los armenios radicales en el distrito autónomo de Alto-Karabaj de la antigua República Socialista Soviética de Azerbaiyán, el apoyo a esta actividad por parte de los dirigentes de la URSS, la violenta deportación de cientos de miles de azerbaiyanos de la propia Armenia estimularon la expansión del movimiento contra el gobierno soviético en Azerbaiyán. Con el fin de reprimir el movimiento nacional y quebrantar la determinación del pueblo azerbaiyano de luchar por la independencia, las unidades del ejército soviético desplegados en el país, en flagrante violación de las normas del derecho internacional, la Constitución de la antigua URSS y la RSS de Azerbaiyán, cometieron una masacre sin precedenres contra la población pacífica: "Inmediatamente después de estos trágicos acontecimientos, el dirigente nacional Heydar Aliyev, en una conferencia de prensa celebrada en la Representación de Azerbaiyán en Moscú, condenó firmemente esta atrocidad y exigió una evaluación política del derramamiento de sangre cometido contra nuestro pueblo y el castigo de los autores. En un período extraordinario de sesiones celebrado en febrero de 1994, el Milli Madjlis (Parlamento) el cruel asesinato de personas inocentes el 20 de enero de 1990 se consideró una agresión militar y un crimen, y al final de los debates celebrados en marzo de 1994 se adoptó una decisión sobre los trágicos acontecimientos ocurridos en Bakú el 20 de enero de 1990.
Aunque han transcurrido 31 años desde los acontecimientos del 20 de enero de 1990, que constituyeron una grave violación de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros documentos jurídicos internacionales, y fueron uno de los delitos graves del siglo XX por su esencia y alcance, no han sido objeto de una evaluación política y jurídica internacional. El antiguo liderazgo soviético tiene la responsabilidad directa de este crimen. De acuerdo con el derecho internacional, los sucesos del 20 de enero deben ser tratados como un crimen de lesa humanidad, y quienes lo ordenaron y ejecutaron deben ser castigados.
Hoy, las almas de nuestros heroicos mártires, que murieron por la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán, han encontrado la paz. El valiente ejército de Azerbaiyán, bajo el mando del Comandante en Jefe, ha liberado las tierras que estuvieron ocupadas durante decenas de años, y se ha restaurado la integridad territorial de Azerbaiyán.
Azerbaiyán seguirá dando una respuesta digna a quienes cuestionan la independencia, la soberanía y la integridad territorial del país, que son altos principios fundamentales de la condición de Estado, así como a quienes propugnan ideas de revanchismo, y adoptará todas las medidas necesarias para garantizar que los responsables de los delitos contra el pueblo y el Estado de Azerbaiyán respondan ante la ley”, según la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores.