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"La solución del conflicto de Nagorno-Karabaj contribuirá a la seguridad energética de Europa

Bakú, 19 de octubre, AZERTAC

El 6 de octubre de 2020 los armenios lanzaron bombas de racimo en el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan. Aunque los fragmentos de proyectiles cayeron a menos de 10 metros del oleoducto, no fueron dañados. Por lo tanto, el suministro de energía a Europa - el proyecto del siglo XX, no se interrumpió. Este acontecimiento demuestra una vez más lo delicado que es el conflicto de Nagorno-Karabaj y requiere que la comunidad internacional, especialmente los países europeos, estén más atentos a la región. Sin duda, los ataques de Armenia a Azerbaiyán -el país de importancia estratégica para la política de seguridad energética de Europa- también hacen que el conflicto sea una grave amenaza para esta seguridad.

AZERTAC presenta los comentarios del jefe de departamento del Centro de Análisis de Reformas Económicas y Comunicación Ayaz Museyibov sobre el tema.

El punto de partida del conflicto:

En primer lugar, debemos mencionar que el conflicto de Nagorno-Karabaj es uno de los focos de tensión creados tras el colapso de la Unión Soviética, y durante muchos años, los efectos militares, psicológicos y políticos del conflicto han configurado las realidades económicas específicas del Cáucaso. La comunidad internacional reconoce a Nagorno-Karabaj como el territorio oficial de Azerbaiyán, y hay cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (822.853.874.884) sobre la retirada de las tropas armenias de los territorios ocupados.

Perfil cultural y económico de Azerbaiyán

La participación en el conflicto desde los primeros años de la independencia, la ocupación del 20% de sus territorios y el desplazamiento de un millón de ciudadanos como refugiados y desplazados internos han creado problemas muy graves para el desarrollo económico de Azerbaiyán. A pesar de ello, el país podría formar su propio modelo de gobernanza económica. Por ello, grandes empresas transnacionales, como BP, Total, Botas, Fluxys, Enagas, Snam, Axpo, etc., de Gran Bretaña, Italia, Suiza, Turquía, Bélgica y otros países europeos están invirtiendo miles de millones de dólares en Azerbaiyán. Además, aunque la mayoría de la población de Azerbaiyán es musulmana, el país tiene un patrimonio multicultural, religioso y cultural muy rico. Así pues, además de ser el hogar de la mayor comunidad judía y rusa del Cáucaso meridional, Azerbaiyán tiene también un legado de cristianismo albanés antiguo, lo que demuestra la riqueza de la historia milenaria del país. Todos estos hechos se reflejan en los informes de las organizaciones internacionales y de la UNESCO.
Azerbaiyán participa activamente en las cadenas de valor mundiales entre Europa y Asia. Azerbaiyán, que ha definido la integración en los valores europeos como una de sus principales políticas de desarrollo, es un tema central de los corredores de transporte Norte-Sur, Este-Oeste y un centro internacional de transporte, energía y logística. Conectado primero con el Mar Negro por el oleoducto tendido hasta el puerto georgiano de Supsa, el Mar Caspio se conectó después con el Mar Mediterráneo al realizarse el proyecto de oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC). Finalmente, se construyó un gasoducto a lo largo de esa ruta. La mayor parte de las necesidades de petróleo de algunos Estados miembros de la Unión Europea son satisfechas por Azerbaiyán a través del BTC. Además, con una capacidad de decenas de millones de toneladas, el proyecto ferroviario Bakú-Tbilisi-Kars reduce el tiempo de transporte de China a Europa de 30-35 días a dos semanas y proporciona a Asia central el acceso al mercado europeo.

El papel de Azerbaiyán en las tendencias europeas de rehabilitación de un ecosistema energético seguro

Azerbaiyán ha cambiado el mapa energético de la región asegurando la ejecución de megaproyectos que sirven a la seguridad energética de Europa. El Corredor Meridional de Gas, que proporciona a Europa acceso a los recursos de gas natural del Caspio y tiene una capacidad potencial de transporte de 31.000 millones de metros cúbicos, ha apoyado la política de diversificación energética de Europa a largo plazo. Antes de la ejecución de este proyecto de cuatro partes, que abarca países europeos como Italia, Bulgaria, Bosnia y Herzegovina, Grecia, Macedonia, Albania y Serbia y tiene una inversión total de capital de 40.000 millones de dólares de los EE.UU., se hicieron varias ofertas de proyectos en diversas plataformas para garantizar la seguridad energética de Europa, a las que se sumaron inversores serios. Sin embargo, de hecho, se creó la coyuntura adecuada en relación con este proyecto, cuya ejecución se aseguró convirtiendo las contradicciones regionales en una plataforma de cooperación.
Ciertamente, el transporte de recursos energéticos a Europa es también una cuestión de interés para Azerbaiyán, porque el país recibe fondos adicionales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, a pesar de los grandes desafíos y dificultades, Azerbaiyán nunca ha retrocedido en la ejecución de estos proyectos.
De lo contrario, hoy en día el mapa energético de Europa tendría un aspecto diferente, y al ser una plataforma para el transporte de petróleo y gas desde Turkmenistán y Kazajstán a Europa, el Mar Caspio serviría como corredor energético desde su oeste hasta el este.
Así pues, hoy en día, al tener diversificadas las rutas de exportación de los recursos de hidrocarburos, Azerbaiyán garantiza la seguridad energética de los países europeos. Sin embargo, al estar separada de estos proyectos, Armenia parece estar interesada en hacer provocaciones contra ellos. Anteriormente, en julio de 2020, Armenia atacó la región (la región de Tovuz de Azerbaiyán) donde se encuentra el mencionado corredor de transporte, energía y logística. Al atacar la zona situada lejos de la zona de conflicto, Armenia amenazó de hecho la futura seguridad energética de Europa. Al atacar estos proyectos, que refuerzan los lazos económicos, culturales y el desarrollo integrador del Cáucaso, Asia central y Turquía con la Unión Europea, Armenia también está frenando la futura vía de desarrollo estratégico de Europa.
Por consiguiente, Armenia debe ser capaz de rechazar sus reivindicaciones territoriales contra los países vecinos y demostrar su compromiso de garantizar las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sólo en este caso, el país puede también participar en proyectos regionales y convertirse en un participante en los flujos de la cadena de valor euroasiática.

 

ECONOMÍA 2020-10-19 18:26:00