Cancillería de Azerbaiyán hace una declaración tocante al 20 de enero sobre la tragedia
Bakú, 20 de enero, AZERTAC
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán ha publicado una declaración sobre la tragedia del 20 de enero, reporta AZERTAC.
"En la noche del 19 al 20 de enero de 1990, por orden de la cúpula de la URSS, se desplegaron 26.000 tropas soviéticas para lanzar una operación llamada " Strike" ( Golpe ) en Bakú y Sumgait, así como en otras ciudades de Azerbaiyán. Como resultado de esta intervención militar, 147 civiles resultaron muertos y 744 gravemente heridos. Este evento pasó a la historia del Azerbaiyán moderno como el "Enero Negro", comentó el ministerio.
"El 19 de enero de 1990, el presidente del Soviet Supremo de la URSS, M. Gorbachov, violando flagrantemente el artículo 119 de la Constitución de la URSS y el artículo 71 de la Constitución de la RSS de Azerbaiyán, firmó un decreto declarando el estado de emergencia en Bakú a partir del 20 de enero. Sin embargo, con el fin de mantener a la población inconsciente de ello, el grupo "Alfa" del Comité de Seguridad del Estado de la URSS hizo estallar la unidad de poder de la televisión azerbaiyana y, por lo tanto, cortó las emisiones en el país. Así pues, esa noche las tropas entraron en la ciudad, que desconocía la declaración del estado de excepción, y persiguieron despiadadamente a los civiles".
El ministerio informa: "Antes de estos trágicos acontecimientos, las reivindicaciones territoriales infundadas de Armenia contra Azerbaiyán a finales de los años 80, las agresivas actividades separatistas de los chovinistas armenios en la Región Autónoma de Nagorno-Karabaj de Azerbaiyán y la ignorancia de los dirigentes soviéticos de esta actividad ilegal, así como la violenta y brutal deportación de cientos de miles de azerbaiyanos de Armenia estimularon la expansión del movimiento contra el gobierno soviético en Azerbaiyán. El ejército soviético desplegado en el país con el fin de impedir el movimiento nacional y quebrantar la voluntad de independencia del pueblo azerbaiyano, cometió una masacre sin precedentes contra la población pacífica, violando las normas del derecho internacional, las Constituciones de la antigua URSS y la RSS de Azerbaiyán".
"Inmediatamente después de los trágicos acontecimientos, celebrando una conferencia de prensa en la Representación Permanente de Azerbaiyán en Moscú, el dirigente nacional Heydar Aliyev condenó enérgicamente esta atrocidad, calificó este terror perpetrado contra la población pacífica como un acto contra la ley, la democracia y la humanidad, y exigió una evaluación política de la masacre contra nuestro pueblo y el castigo de los autores. Tras el regreso del dirigente nacional Heydar Aliyev al poder político en Azerbaiyán, la tragedia del 20 de enero recibió una evaluación político-jurídica a nivel estatal. En un período extraordinario de sesiones del Parlamento (Milli Madjlis) celebrado en febrero de 1994, el brutal asesinato de personas inocentes el 20 de enero de 1990 se consideró una agresión militar y un crimen, y como resultado de las deliberaciones celebradas en marzo de 1994 se adoptó una decisión "sobre los trágicos acontecimientos cometidos en Bakú el 20 de enero de 1990".
"Para analizar y evaluar correctamente las realidades de nuestra historia, es necesario evaluar adecuadamente los eventos que llevaron a la tragedia del 20 de enero. La base de todas estas calamidades fueron los reclamos territoriales infundados de los armenios, que fueron reasentados masivamente en la región, especialmente en las tierras históricas de Azerbaiyán desde principios del siglo XIX", reza la declaración.
"Desde principios del siglo XX, el pueblo azerbaiyano ha estado expuesto a la política violenta y de discriminación racial de los nacionalistas armenios y ha sido víctima de masacres sin precedentes. Desde finales del decenio de 1980, con la desintegración de la URSS, Armenia ha aplicado una política abiertamente agresiva contra Azerbaiyán y, en consecuencia, se ocupó el Alto Karabaj y siete regiones adyacentes de Azerbaiyán. Junto con los azerbaiyanos expulsados por la fuerza de sus lugares de residencia permanente en Armenia, cientos de miles de azerbaiyanos, que históricamente vivían en los territorios ahora ocupados, fueron objeto de una depuración étnica. Para justificar sus reivindicaciones territoriales contra Azerbaiyán, en 1988 las fuerzas armenias de mentalidad radical iniciaron una provocación en la ciudad de Sumgait, cuyo principal iniciador y organizador, según los materiales de la Fiscalía General de la URSS, fue un Eduard Grigoryán de etnia armenia, y fue condenado a 12 años de prisión. La posterior liberación de este criminal, que fue enviado a Armenia para cumplir su condena, es un claro indicio de los autores de estos hechos".
"Los sangrientos sucesos del 20 de enero, cometidos hace 30 años, requieren una evaluación política y jurídica de la comunidad internacional. Como resultado de esta brutal tragedia, la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros documentos jurídicos internacionales se han violado de manera flagrante y, por su esencia y alcance, este suceso fue uno de los crímenes graves del siglo XX. Los antiguos dirigentes soviéticos son directamente responsables de este crimen. De acuerdo con el derecho internacional, los sucesos del 20 de enero deben ser calificados como un crimen de lesa humanidad y sus iniciadores y ejecutores deben ser castigados", manifiesta el ministerio.