Bakú, 28 de junio, AZERTAC

El ministro de Asuntos Exteriores armenio dijo ayer en la rueda de prensa que "es imposible negociar con una mano y con la otra abrir fuego" y expresó su actitud ante la idea del ministro de Asuntos Exteriores de la República de Azerbaiyán, Elmar Mammadyarov, de que "hasta ahora, en el proceso de negociación de los documentos discutidos en primera línea, no reinaba la tranquilidad".

La jefa del Servicio de Prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Azerbaiyán, Leyla Abdullayeva, comentó la cuestión: "En respuesta a las preguntas de los representantes de los medios de comunicación tras los resultados de la reunión de Washington, el ministro de Asuntos Exteriores, Elmar Mammadyarov, enfatizó: la celebración de negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán como partes en el conflicto, ya sea sobre los principios de Madrid, su versión actualizada, los principios de Kazán o el llamado "Plan Lavrov", estuvo acompañada de brotes de tensión en la línea de contacto. No obstante, prosiguió el diálogo intensivo y sustantivo. Es decir, el proceso de negociación no debe convertirse en rehén de la situación en primera línea. No entender esto y no derivar de los resultados antes mencionados confirma una vez más la idea de que la parte armenia está buscando excusas para evitar que el proceso de negociación avance.

Recordamos que la razón de la tensión en el frente es la estancia ilegal de las fuerzas armadas armenias en el territorio de Azerbaiyán. Y para poner fin a esta tensión, es necesario promover el proceso de negociación sobre la resolución de cuestiones sustantivas; ¡y de ninguna otra manera! De acuerdo con la lógica de la parte armenia, en el período de relativa calma en la zona frontal, sobre la base del acuerdo mutuo alcanzado después de la reunión de Dushanbé, tuvimos que lograr resultados concretos en las negociaciones. Sin embargo, es evidente que no todo es así. Una parte interesada en la solución pacífica del conflicto no debe buscar excusas para evitar negociaciones específicas orientadas a resultados, sino que, por el contrario, debe demostrar voluntad y firmeza políticas. Esto es exactamente lo que esperamos de la parte armenia, así como las esperanzas de la comunidad internacional.