Bakú, 1 de junio, AZERTAC

Los persistentes dolores en el intestino pueden ser síntomas de una enfermedad mortal. Esta ha sido la lección que sacaron los médicos británicos del caso de Danielle Davies.
Davies, de 22 años, fue a ver a varios médicos quejándose de un dolor constante en su costado. Inicialmente los doctores pensaban que la joven podría sufrir de anemia, por eso le recetaban pastillas que contenían hierro. Sin embargo, este tratamiento no tuvo el efecto esperado, escriben los medios británicos.
"Me gustaba la comida rápida que me dejaba con sensaciones realmente enfermizas, una vez ni siquiera pude levantarme de la cama durante una semana", destacó Davies.
Posteriormente sus médicos sugirieron que la mujer podría tener cálculos biliares pero este diagnóstico tampoco se confirmó. Después de eso, su madre comunicó que varios miembros de la familia sufrían enfermedades oncológicas.
"Mi abuela y mi abuelo murieron de cáncer del intestino y tenía a un tío y a un primo que lo sufrían también. Como resultado tuvo que hacer colonoscopia. Ellos [los médicos] no podían introducir la cámara y pensaban que podría tratarse de un pólipo. Sin embargo, yo sabía que tenía cáncer aunque me decían que era muy joven para desarrollarlo", aseveró.
Finalmente Danielle se hizo una tomografía computarizada que reveló que su intestino estaba "podrido". Como resultado los médicos eliminaron el tumor del tamaño de una ciruela y sometieron a la joven a la quimioterapia que duró más de 12 semanas. Además, los médicos removieron varios óvulos y congelaron los demás. Por ello la mujer ya no podrá quedar embarazada de manera natural.
Ahora Daniela quiere advertir a otros jóvenes de que siempre que tengan un dolor se dirijan al hospital para recibir un tratamiento adecuado.
"Vale la pena revisar todo. Pienso que es mejor estar seguro de algo que posteriormente lamentar de ello", concluyó.Sputnik